De Rijke Transportes & Logistica España S.L. entra en carga ADR reefer

 

De Rijke Transportes & Logística España, cuya principal actividad es el transporte por carretera, ha ampliado nicho como operador logístico entrando en mercancía peligrosa a temperatura controlada. La filial española de la multinacional holandesa ya prestaba servicios a temperatura controlada de mercancía no peligrosa y ADR a temperatura ambiente. El operador ha incorporado la nueva actividad al contar con una instalación ex profeso para almacenar carga peligrosa a temperatura controlada, que ha ubicado en su plataforma de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). La instalación, con licencia APQ10, tiene capacidad para 18 toneladas a una temperatura de entre 8 y 20 grados positivos.

 

 

Se trata del primer equipamiento de una serie de cinco. El operador espera culminar la instalación de todas las unidades en la misma plataforma de Santa Perpètua de Mogoda antes de acabar el año. De Rijke España es la primera filial de la multinacional en contar con este tipo de instalación y que la matriz también proyecta hacer en Países Bajos. Esta apuesta responde “a la demanda de los clientes que ya teníamos de almacenaje de productos peligros a temperatura ambiente y que trabajan también a temperatura controlada”, señala Mike Schreuders, director general de De Rijke. Es un tipo de servicio “del que hay poca oferta”. Y prueba de ello es que la compañía está captando nuevos clientes exclusivamente para esta actividad. De Rijke está especializada en el transporte por carretera y operaciones logísticas de materias primas para las industrias química y alimentaria. En transporte por carretera, apuesta por ampliar la flota propia. “Los clientes nos ven cada vez más como un y no como un proveedor ante la situación de incertidumbre actual”. Y como “falta más capacidad de transporte, por la falta de conductores, nuestra estrategia es ampliar flota propia para seguir dando servicio y asegurar el aumento de capacidad”. La compañía ha pasado de 15 a 20 camiones propios en apenas un año y proyecta incorporar 4 o 5 unidades más el próximo año, además de seguir trabajando con flota dedicada.

 

 

De Rijke España cerró el pasado ejercicio con una facturación de 9 millones de euros, frente a los 7,8 millones de 2020 y los 7,5 millones de 2019, según datos del operador. Espera alcanzar los 9,5 millones en 2022.